A diferencia de todas las demás artes, las artes escénicas sólo pueden apreciarse en el momento de su realización; es decir, existen sólo mientras se ejecutan, de modo que cada nueva ejecución tiene la oportunidad única de convertirse en una obra de arte. Esto es cierto con relación al canto en general.
El Canto Coral es la versión monumental de la música vocal. Desde la perspectiva del espectador, es una experiencia sobrecogedora. Pero desde la perspectiva de quien canta en un coro es una reafirmación continua y permanente de la grandeza del espíritu humano. Cada ejecución bien realizada es un renacimiento, un reinicio exitoso y la sublimación de la autoestima.
La conjunción de voluntades y voces en las piezas musicales crean verdaderos vínculos afectivos entre quienes participan. Se establecen redes sociales que garantizan una vida armónica y refundan vez con vez a la asociación coral.
Cantar en un coro religioso aporta todos los beneficios previamente señalados. Pero por encima de todo, transforma la vida de los miembros del coro al acercarlos genuinamente a la fuente de la vida. Escuchar la Palabra de Dios constantemente, servir en la Sagrada Liturgia a través del canto, formar parte activa del Pueblo de Dios, proclamar nuestra fe en cada oportunidad son ciertamente, en conjunto, un camino de salvación.
Si formas parte de un coro religioso es sólo porque nuestro Padre Dios te ha elegido, aunque creas tener tus propias razones. Debes ahora aprender a cantar apropiadamente y a comportarte como buen cristiano.
Hay quienes dicen que a Dios hay que cantarle con el corazón, sin importar si le cantas bien o mal. Reflexiona: si a Dios se le canta "como sea", entonces ¿por qué se ensaya tanto para cantar ante humanos? ¿por qué existen conservatorios, escuelas superiores de música, escuelas de canto en las universidades, etc.? ¿Pagarías por asistir a un concierto en el cual los músicos tocaran sus instrumentos mal, pero "con el corazón"? Si pudieras escoger, ¿preferirías escuchar a Andrea Bocelli o al vecino que se pasó la noche entera bebiendo licor, pero canta "con el corazón"?
Tus respuestas acaban de confirmarte que quienes cantan a Dios "como sea", pero "con el corazón", son sólo aquellos que quieren lucirse sin más compromiso que satisfacer su ego y presumir que ellos "cantan" en la Iglesia. Sólo "ensayan" media hora antes de Misa, y su mejor técnica vocal consiste en "ahí me vas siguiendo".
Aléjate de ellos ya, no regreses más a ese "coro". Busca un verdadero coro que ensaye dos o tres veces por semana, que:
- use partituras, grabaciones y tecnologías modernas para ESTUDIAR canto,
- que te instruya en Liturgia y en la música en la Liturgia.
A Dios no se le canta "como sea y con el corazón"; a Dios hay que cantarle de la mejor manera posible y con el alma entera.
El Canto Coral es la versión monumental de la música vocal. Desde la perspectiva del espectador, es una experiencia sobrecogedora. Pero desde la perspectiva de quien canta en un coro es una reafirmación continua y permanente de la grandeza del espíritu humano. Cada ejecución bien realizada es un renacimiento, un reinicio exitoso y la sublimación de la autoestima.
La conjunción de voluntades y voces en las piezas musicales crean verdaderos vínculos afectivos entre quienes participan. Se establecen redes sociales que garantizan una vida armónica y refundan vez con vez a la asociación coral.
Cantar en un coro religioso aporta todos los beneficios previamente señalados. Pero por encima de todo, transforma la vida de los miembros del coro al acercarlos genuinamente a la fuente de la vida. Escuchar la Palabra de Dios constantemente, servir en la Sagrada Liturgia a través del canto, formar parte activa del Pueblo de Dios, proclamar nuestra fe en cada oportunidad son ciertamente, en conjunto, un camino de salvación.
Si formas parte de un coro religioso es sólo porque nuestro Padre Dios te ha elegido, aunque creas tener tus propias razones. Debes ahora aprender a cantar apropiadamente y a comportarte como buen cristiano.
Hay quienes dicen que a Dios hay que cantarle con el corazón, sin importar si le cantas bien o mal. Reflexiona: si a Dios se le canta "como sea", entonces ¿por qué se ensaya tanto para cantar ante humanos? ¿por qué existen conservatorios, escuelas superiores de música, escuelas de canto en las universidades, etc.? ¿Pagarías por asistir a un concierto en el cual los músicos tocaran sus instrumentos mal, pero "con el corazón"? Si pudieras escoger, ¿preferirías escuchar a Andrea Bocelli o al vecino que se pasó la noche entera bebiendo licor, pero canta "con el corazón"?
Tus respuestas acaban de confirmarte que quienes cantan a Dios "como sea", pero "con el corazón", son sólo aquellos que quieren lucirse sin más compromiso que satisfacer su ego y presumir que ellos "cantan" en la Iglesia. Sólo "ensayan" media hora antes de Misa, y su mejor técnica vocal consiste en "ahí me vas siguiendo".
Aléjate de ellos ya, no regreses más a ese "coro". Busca un verdadero coro que ensaye dos o tres veces por semana, que:
- use partituras, grabaciones y tecnologías modernas para ESTUDIAR canto,
- que te instruya en Liturgia y en la música en la Liturgia.
A Dios no se le canta "como sea y con el corazón"; a Dios hay que cantarle de la mejor manera posible y con el alma entera.